Te volví poesía.

No es miércoles, y ojalá fuera lunes -así tendría una mejor razón para odiarlos-, la verdad ya perdí la noción del tiempo, no estás, no es lunes ni miércoles y estoy completamente des programada.

Encontrarte en calles, darle tu nombre a andenes,encontrar semáforos con rosas enrolladas y pensar por qué no pusieron tu nombre, sería más económico y llamaría más la atención. Preguntarle a las paredes que por qué tan blancas y quedarse viendo las palomas de papel que cuelgan del techo, como si al fin fueran a emprender vuelo...

Tengo un Lucas atravesado en las arterias, en los músculos, en mi falta de glóbulos blancos, abundancia de glóbulos rojos, y en la intoxicación y deterioro del hígado. Tal vez sería más fácil no quererte tanto o dejar de quererte de ésta forma si tu mente no estuviera hecha a la medida de la mía como los rieles al tren.

Envidio las calles de Argentina, pero las entiendo, tu ausencia e indiferencia son algunos de los peores castigos existentes, así que rogaron por tu regreso; tu viste lo tristes y vacías que estaban y decidiste volver, llenarlas de tu magia.

Ya no miro al cielo, está nublado, le encanta recordarme que te fuiste en barcos de papel, por eso el sol no brilla como antes y las palomas de papel siguen atadas al techo.

Sólo te veo cuando cierro los ojos. Te encargaste de quitarme el sueño, el alma y de cargar con un verso tuyo cada pseudo esfera que cae por mis poros.

Porque estás y no estás, porque no estás y quieres estar, porque me prestaste calma, me prestaste todo lo que me faltaba, porque "la vida era menos puta si estabas a mi lado".

Seguiré llorando tinta, fingiendo y engañando(me) diciendo que estoy bien, que podré pensar en alguien tanto como pienso en ti, que como tu sonrisa no tenía sombras ni cara no me gustaba, que no releía o escuchaba de nuevo cada verso que recitabas/escribías, que no sueño cada noche con volver a ser utópicos, y finalmente que no te quiero y que ojalá no me extrañes, que no vuelvas y que yo tampoco volvería si me lo pidieras.

A fin de cuentas, todo dura más de lo que debería.

-Paloma.

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